El Atacazo es una ascensión muy fácil destinada a cualquier persona motivada.
Requisito mínimo para esta aventura: haber aprobado el Kindergarden.
Normalmente se destinará un día para subir a la cumbre partiendo desde Quito.
Dicen los entendidos que el Atacazo es el patito feo de las montañas ecuatorianas: una especie de mezcla entre tarántula, generador, tacho de basura oxidado y robot medio dañado.
Pero los hombres de ciencia lo consideran como una montaña agradable; aunque cubierta de antenas en una buena parte de sus cumbres alrededor del cráter.
Es una gran pena que a lo largo de los años se haya ido acumulando todo tipo de basura proveniente de residuos de la construcción y mantenimiento de estas antenas. Se hace urgente promover muchas campañas de limpieza y exigir a los propietarios de las antenas un mantenimiento consciente de la montaña.
Existen dos alternativas para realizar esta ascensión: la ruta de San Juan o la de Huamaní.
La ruta de San Juan es mucho más pintoresca. Se recomienda empezar la caminata en el pequeño caserío de San Juan y seguir un estrecho camino lastrado para vehículos. Actualmente ya no se permite el ingreso a vehículos; el camino está cerrado con un tubo metálico y candado en el pueblo de San Juan; pero las bicicletas y los caminantes son bienvenidos.
No existen desvíos hasta dar con el camino principal que se dirige hacia una mina de arena al occidente y Quito hacia el oriente. Se continúa hacia el oriente, en la dirección de Quito, por este camino lastrado hasta dar con el desvío a mano derecha que llega a las antenas del Atacazo.
La ruta de Huamaní sube directamente desde Quito por el flanco nororiental del Atacazo y conecta también con este mismo desvío a las antenas del Atacazo. Se puede avanzar con un vehículo de tracción alta hasta las antenas a 4182m.
Desde las antenas es una caminata corta y sin dificultades hasta la cumbre del Atacazo; el sendero está perfectamente bien marcado.
Si bien es cierto que la cumbre perdió su atractivo con la construcción de estas antenas, la vista de la caldera en un día despejado, de Quito, o de las montañas circundantes, puede compensarlo todo.
Existe la posibilidad de hacer algunos trekkings atractivos en el Atacazo: uno de ellos es la circunvalación de la caldera; otro es realizar una aproximación al volcán Ninahuilca, aunque esta última ruta requiere mayor tiempo, dificultad y capacidades de orientación.
Se puede también encontrar buena roca como para disfrutar de un día de escalada a todo nivel de dificultad.
Tomar en cuenta que las antenas a veces engañan a las brújulas.