Normalmente se empleará un solo día para subir a la cumbre de esta montaña desde Ambato o Riobamba; desde Quito se la puede hacer en un día saliendo en la madrugada; pero lo más recomendable son dos días.
La caminata sigue una larga arista de páramo con almohadillas vegetales, pintada en algunas secciones con filos rocosos y bosques de Polylepis.
La primera cumbre visible es la Cumbre 1, un pico muy inclinado que no ofrece ninguna ruta fácil. Si te apetece la aventura, prepárate para una escalada de IV a VI en buena roca, aunque abundante musgo y no demasiados puntos de anclaje. Esta cumbre ofrece diversas posibilidades de escalada para los más expertos.
Para el común de los mortales, será mejor apuntar a la cumbre máxima, muy atractiva y de mayor altura.
El sendero es visible en algunas secciones y poco visible o perdido entre las alfombrillas en otras. Tomar en cuenta para el regreso, pues es muy común la neblina densa por las tardes (y por las mañanas).
La cumbre máxima también ofrece muchas posibilidades de escalada deportiva en buena roca. Para llegar a su cumbre es necesario seguir la ruta marcada en el mapa. Los últimos 2 metros son una escalada de un V grado. Muy aconsejable llevar una cinta y un cordino de unos 6 metros para improvisar un pasamanos.
No existe algo que se pueda llamar ruta normal a la cumbre 1, muy pocas veces escalada a gusto de cada comensal.