El Casitagua suele tener un clima caliente y soleado durante buena parte del año. Una recomendación para aquellos que desean hacer caminatas: llevar protector solar, gorra y suficientes líquidos para hidratarse. Saco y poncho de aguas nunca están demás.
A lo largo de los años, los pobladores del valle de Pomasqui han hecho del Casitagua su "lugar de entrenamiento", abriendo numerosos senderos hacia la parte alta de la montaña.
Todos estos senderos llevan hasta el lomo superior del Casitagua donde se encuentra la trocha que conduce hasta el bosque considerado "la cumbre".
La cumbre real del Casitagua es un domo cubierto con arbustos y chaparros, muy difícil ascenderla. Pero, si tu ánimo es aventurero, convéncele a tu amigo gordito para que tenga la oportunidad de abrir "una nueva ruta", eso sí, no le vayas a contar que es difícil.
El Casitagua es el lugar ideal para los amantes de la Entomología; por ahí "anidan" los moscos, las bungas, las avispas, los avispones, los caballos del diablo, todos ellos muy voraces, ávidos por intercambiar sangre humana a cambio de una foto.
La cercanía de esta montaña con la ciudad de Quito, y especialmente con el valle de Pomasqui, la convierten en un lugar atractivo para entrenarse o aclimatarse para alturas superiores.
Una aventura interesante es recorrer todo el lomo del Casitagua, desde la colina del Gavilán, hasta bajar a Pusuqui Alto, la vía marcada con el color verde en el mapa, termina en la calle Pedro Porras.